Ya iremos viendo. O no.

Acerca de mí

Jaio la espía y sus proyectos fotográficos
Jaio la espía. Mirando ando.
Jaio la espía. Mirando ando.

Me presento: Soy Jaio, amama espía, escondedora de piedras y editora soñadora.

Ando descalza por la vida, y canto a pleno pulmón mientras conduzco. Me muevo prendida de la palabra y me afano en atrapar los momentos irrepetibles con imágenes. Leo en la cama hasta que me desmayo y me encanta contaminar la mente con ideas de otras personas. Me río con ganas diez veces al día y de ellas más de la mitad lo hago de mi propio ego, terapia imprescindible para gente que tiende a tomarse a sí misma muy en serio. Soy ruidosa, pero estoy enamorada de mis ratos de silencio. De pocas cosas estoy tan orgullosa como de mis cariños y afectos. También soy la responsable de «La última página de Internet«.

Parece que está de moda el estilo «slow», no me desagrada, pero prefiero más el estilo «intense». Me gusta que me gusten las cosas, por eso lo miro todo con ojos de niña, y saco cientos de fotos como si fuera la primera vez que lo veo todo; me gusta volver al monte en otoño, o en primavera, y al mar en verano, o en invierno en pleno temporal; me gusta sacar fotos a todo, a lo que como o está por comer, a la baldosa mal colocada, a quien pasea un perro disfrazado. al mundo en miniatura que monto en el comedor, a toda esa gente a la que quiero y que me quiera tanto como para dejarse fotografiar por mí; me gusta dejarme sorprender cada mañana por la belleza en su sencillez que tiene mi casa, aunque anoche quedara todo tirado por los suelos; me gusta disfrutar del buen día que ha salido, aunque llueve esa misma mañana en que decido estrenar zapatillas de tela; me gusta sorprenderme de lo bien que funciona el transporte público, aunque mi autobús no llegue cuando lo necesito; me gusta ver sonreír a la gente cuando hablo, aunque sea una tontería lo que he dicho; me gusta planear mis viajes, aunque no me mueva de las baldosas del cuarto de baño; me gusta hacer bien mi trabajo, aunque me lleve más de media vida dejarlo todo a mi gusto; me gusta descubrir que lo imperfecto es aún más bello; y sobre todo, me gusta saborear todo lo bueno que he vivido, a pequeños sorbos, sin nostalgia, con una sonrisa en los labios recordando lo bien que lo pasamos cuando… y planear todo lo que me queda por vivir, aunque no haya un mañana.

Por eso me propongo simplemente, que me sigan gustado estas cosas.

He hecho fotografías desde que me recuerdo con 14 años y mi primera cámara. Nunca he dejado de hacer y podría realizar un detallado recorrido por la historia de la fotografía desde la segunda mitad del siglo XX, a través de todas mis cámaras. No lo voy a hacer, porque me da pereza, pero ahora que tengo más tiempo, y que llevo 4 años en BlackKamera, la maravillosa escuela de fotografía de Bilbao, con Josu Zaldibar al frente, voy a intentar desarrollar proyectos fotográficos más sistematizados, sin necesidad de disparar a todo lo que se mueve. Veremos. O no.

Creo que cuatro de las cinco pruebas evidentes de la existencia de dios son los txipirones en su tinta, los espárragos de Lodosa, el gazpacho andaluz y el jamón de Guijuelo. ¿Quieres saber la quinta? Haz el amor escuchando el bolero de Ravel y tocarás el cielo.

Los patos pueden hacer de todo aunque a medias. Aves que vuelan ¡pero cómo vuelan! Corren como ellos mismos. Y ¿les habéis visto nadar? Pues eso, yo como los patos, pero ¡sin que sirva de precedente!