Ya iremos viendo. O no.

Proyecto Un dia en la vida de…

Proyecto de Jaio de la Puerta. Un día en la vida de...

Un día en la vida de… es un viaje visual a través de lo cotidiano, un homenaje silencioso a los objetos que nos acompañan en cada gesto mecánico del día. Desde el primer punto del amanecer hasta el último minuto de la noche, una coreografía, que creemos invisible, se despliega en nuestras manos: desde el cepillo que despierta nuestra boca, pasando por el que doma nuestro pelo, hasta los que limpian, embellecen y mantienen el orden en nuestras vidas. Son herramientas tan humildes como esenciales, guardianes de la rutina que rara vez reciben nuestra atención. Este proyecto busca revelar la poesía oculta en estos gestos repetitivos, capturando la danza entre cerdas y piel, entre limpieza y desgaste, entre lo efímero y lo necesario.

Pero hay un matiz ineludible en esta historia: esta sinfonía de cepillos solo puede interpretarse en ciertas partes del mundo. Mientras en algunos lugares estos objetos pasan desapercibidos en su abundancia, en otros son un lujo inalcanzable. La posibilidad de cuidar cada rincón del cuerpo y del hogar con un utensilio específico es un privilegio silencioso, una línea que divide mundos sin que a menudo lo notemos. Así, esta serie de imágenes no solo es un testimonio de la belleza en lo ordinario, sino también un recordatorio de la desigualdad que se esconde en los detalles más mínimos. A través de 21 cepillos distintos, esta obra nos invita a reflexionar sobre lo que poseemos, lo que damos por sentado y lo que, en otras latitudes, sigue siendo un deseo imposible.

Quiero que las fotografías sean divertidas y surrealistas para cada cepillo de la serie. Cada imagen jugará con la escala, la función o el contexto del cepillo para crear escenas inesperadas y llamativas, como un modo de mezclar lo cotidiano con lo fantástico, creando un universo visual único .

 

1. – Cepillo de dientes (mañana y noche, cuidado bucal).

Un cepillo de dientes gigante como si fuera un rastrillo en un campo de dientes emergiendo de la tierra, como si fueran flores listas para ser cepilladas por un jardinero de mis miniaturas. También puede ser un campo infinito bajo un cielo azul, pero en lugar de flores, brotan dientes impolutos de la tierra. Un jardinero en miniatura, con uniforme blanco y guantes de látex, usa un cepillo de dientes gigante como si fuera un rastrillo, peinando las raíces de los dientes y asegurándose de que queden alineados y relucientes. En la escena, pequeñas gotas de pasta de dientes caen como rocío matutino.

En otra imagen, un cepillo de dientes retorcido se hunde en un vaso de agua, como si fuera un árbol seco y deformado atrapado en una tormenta cristalina. Su reflejo en el agua crea la ilusión de un espiral infinito.

Para la escena nocturna, dos cepillos de dientes, uno blanco y otro negro, se inclinan el uno hacia el otro como si fueran dos amantes besándose antes de dormir, enredando sus cerdas en un tierno abrazo. La luna los ilumina, proyectando una sombra de una sola figura fusionada.

 

2. Cepillo para el cabello (desenredado y peinado)

Un puerro con largas raíces despeinadas, enredadas como una melena salvaje, se encuentra en medio de una sesión de peluquería intentando ser desenredados por un cepillo de pelo.

3. Cepillo para cejas y pestañas (retoques personales).

Mi ojo gigantesco con pestañas tan largas que necesitan ser peinadas por una persona de mis miniaturas. Irán con arnés y cuerdas de escalada, cepillándolas como si fueran la densa crin de un caballo salvaje. Con cada pasada del cepillo, las pestañas se tornan brillantes y curvas, como si estuvieran siendo domadas.

4. Cepillo de maquillaje (aplicación de polvos o sombras de ojos).

Una cabeza de ajo blanco y liso flota en un espacio minimalista como un lienzo, y un pincel de maquillaje pintándole en negro las pestañas como si estuviera siendo creado desde cero, o trazando sombras de color en sus contornos, creando profundidades y relieves, como si estuviera aplicando maquillaje a un rostro inanimado. En un lateral del ajo, los dientes del ajo comienzan a abrirse revelando pequeños ojos que observan curiosos el proceso de su transformación.

5. Cepillo para limpiar uñas (higiene personal).

Una mano hecha con césped y flores diminutas encima de una mesa, mientras un cepillo intenta «comérselas» como si fuera un pequeño jardinero en acción, algunas hojas flotan en el aire

6. Cepillo de ducha exfoliante (cuidado de la piel).

Una pared de mármol sucia y con barro, y el cepillo exfoliante puliéndola poco a poco, revelando una piel perfecta y brillante con aceite, como una estatua de museo.

7. Cepillo de afeitar o brocha de espuma (rutina de afeitado).

Un paisaje alpino cubierto de nieve formado pro la brocha de afeitar. Pequeños esquiadores descienden por la montaña nevadade espuma, dejando trazos perfectos en la espuma de afeitar.

8. Cepillo para limpiar el WC (higiene doméstica)

Un inodoro con un enorme cepillo como si fuera su corona, y una de mis miniaturas sentada en el trono, sosteniendo un cetro hecho con un cepillo desatascador o una fregona.

9. Cepillo para lavar platos (tareas domésticas).

Dos platos juntos, formando una enorme boca llenos de restos de comida, y sujetando los dientes de hielo rojos, abriendo mientras el cepillo de platos lo limpia como si estuviera en una visita al dentista.

10. Cepillo para limpiar verduras (higiene alimentaria).

Un grupo de zanahorias aún cubiertas de barro, están sentadas en sillas diminutas con toallas en la cabeza, como si estuvieran en un spa y otras intentan escapar antes de ser sumergidas en agua teñida de azul y ser cepilladas vigorosamente.

11. Cepillo para limpiar el rallador de queso (higiene culinaria).

Un cepillo redondo pequeño enredado entre los dientes del rallador mientras hilos de queso derretido parecen sujetarlo como una telaraña pegajosa.

12. Cepillo de pastelería o repostería (untar huevo o mantequilla).

Un pastel inmenso donde un cepillo de repostería pinta la cobertura como si estuviera haciendo una obra de arte en acuarela pero no esparce huevo, sino que pinta trazos de acuarela hechos de finas peladuras de zanahoria, formando un patrón abstracto y vibrante.

13 Cepillo de limpiar botellas y biberones (igiene en la cocina)

Un cepillo gigante trata de entrar en una diminuta botella, sin éxito. La botella, exhausta, yace tumbada como si se hubiera rendido ante el intento fallido de limpieza.

14. Cepillo de limpieza de la mesa para quitar las migas de pan (rutina doméstica).

Un papel blanco con migas de pan y con pequeñas ventanas recortadas, donde diminutas caras aparecen asomándose y saludando mientras el cepillo avanza, arrasando su diminuto mundo.

15. Cepillo para ropa (quitar pelusas o suciedad).

Una sudadera negra cubierta de polvo y pelusas gigantes, como bolitas de corcho blanco y nudles, por ejemplo, mientras el cepillo (blanco) va eliminando las huellas como si fuera un quitanieves en miniatura.

16. Cepillo de zapatos (mantenimiento del calzado).

Un zapato impecable que tiene como suela el cepillo que debía limpiarlo.

17. Cepillo para limpiar teclados (cuidado de dispositivos electrónicos).

Un ejército de miniaturas, como partículas de polvo resistiendo en cada tecla del teclado mientras el cepillo avanza como un tanque de guerra barriendo el campo de batalla.

18. Cepillo para pintar paredes o muebles (trabajos de pintura).

Un pincel gigante tocando una pared gris y, en el trazo que deja, abre portales a diferentes mundos: un bosque encantado, una ciudad futurista, un océano vibrante.

19. Cepillo de barrer o escoba (limpieza del hogar).

Una escoba barriendo libros y letras por el suelo, dispersando palabras y creando poesía involuntaria.

20. Cepillo de cerdas metálicas para parrilla (mantenimiento de la cocina).

Una parrilla de horno como un campo de batalla tras una gran fiesta, y el cepillo aparece como si fuera un caballero medieval luchando contra los restos carbonizados como si fueran monstruos.

21. Cepillo de limpieza de bicicletas o autos (cuidado de transportes).

Varios coches en miniatura cubiertos de espuma, mientras un cepillo gigante los limpia y, en cada trazo, revela un auto de otro color o modelo, como si estuvieran transformándose mágicamente.