«Pedículos, Pedúnculos y Ápices» es un viaje visual a los extremos de la materia viva, esos rincones olvidados donde los frutos atesoran sus secretos más íntimos y que, por lo que sea, a numerosos insectos les parece el escondite perfecto. En la frontera entre la pertenencia y la emancipación, el fruto se aferra con el pedúnculo, con la terquedad de un amante despechado, mientras que el pedículo se desvanece en un último suspiro, como un final dramático de telenovela. Son umbrales de transición, pequeñas crisis existenciales que viven las frutas. Con cadaimagen pretendo hacer una observación minuciosa, casi detectivesca, de estos momentos cruciales donde la biología se encuentra con el absurdo. O ocn el abismo. Y con un cuchillo.
Los frutos, arrancados de su entorno, se convierten en personajes de una tragicomedia natural. Sus tejidos, como mapas de mundos invisibles, nos susurran historias de golpes en el supermercado y maduraciones fallidas. Las cicatrices dibujan constelaciones de aventuras pasadas, y pedículos, pedúnculos y ápices palpitan como pequeños monólogos dramáticos atrapados en la quietud de mi cámara. Me divierte este humor absurdo, que convierte los detalles más ignorados de la naturaleza en una colección de microdramas visuales, donde cada fruto es un héroe inesperado, atrapado en la comedia de su propia existencia.